Tomar la decisión de refinanciar tu préstamo automotriz o vender el auto puede cambiar completamente tu panorama financiero. Con tasas al alza y una morosidad creciente, entender cada opción te ayudará a optimizar tu flujo de efectivo y proteger tu patrimonio.
En el primer trimestre de 2025, el pago promedio de créditos para autos nuevos alcanzó los $745 USD mensuales, marcando un incremento del 1,1% interanual. Para autos usados, el pago medio bajó ligeramente un 0,6% respecto al año anterior.
Las tasas de interés promedio se ubicaron en 6,35% para vehículos nuevos y 11,62% para los usados, con plazos que promedian 68,6 meses y 67,2 meses, respectivamente. Además, la morosidad superior a 90 días rozó el 5,0% en Q1 2025, una subida del 13,2% interanual.
Refinanciar consiste en sustituir tu préstamo actual por uno nuevo con condiciones distintas: tasa de interés más baja, plazos más largos o liberar liquidez inmediata. Muchos bancos ofrecen calculadoras en línea para comparar escenarios y estimar ahorros.
El objetivo principal suele ser reducir el pago mensual, mejorar las condiciones crediticias o extender el plazo para ajustar el desembolso a tu presupuesto. Sin embargo, al prolongar el período podrías terminar pagando más intereses en total.
Vender el vehículo supone liquidar la deuda pendiente, eliminar gastos recurrentes como seguros y mantenimiento, o bien acceder a un auto más económico o incluso renunciar al vehículo si no es imprescindible. Debes considerar trámites fiscales, impuestos a la venta y el valor de mercado de tu modelo.
Modelos como Ford F-150, Chevrolet Silverado y Toyota RAV4 mantienen una alta demanda de reventa, lo que puede ayudarte a minimizar la depreciación. No obstante, si tu deuda excede el valor de mercado («negative equity»), tendrás que aportar efectivo para cubrir la diferencia.
Antes de optar por refinanciar o vender, analiza tu estado financiero actual del propietario, el saldo pendiente del crédito y tu puntaje de crédito. Un historial sólido (puntaje mayor a 661) permite acceder a mejores tasas.
También considera el entorno macroeconómico: con tasas de interés extremadamente volátiles, el momento de refinanciar influye directamente en tu ahorro. Si enfrentas nuevos gastos, pérdida de empleo o mudanzas, la urgencia puede inclinar la balanza.
Vender tu vehículo te permite liquidar deudas inútiles rápidamente y eliminar gastos periódicos como seguros, mantenimiento y tenencia. Además, podrías optar por un automóvil más eficiente o prescindir del coche si dispones de transporte público confiable.
Sin embargo, debes gestionar trámites de traspaso, posibles impuestos y el riesgo de fluctuaciones en los precios de usados. Si tu deuda excede el valor de reventa, tendrás que cubrir la diferencia en efectivo, lo que podría agravar tu situación financiera.
Utiliza calculadoras de refinanciamiento en portales bancarios (por ejemplo, Bank of America) para comparar pagos e intereses entre escenarios. También consulta simuladores de crédito de consumo y plataformas oficiales para verificar adeudos vehiculares e impuestos de transferencia.
Revisa estadísticas de préstamos originados (2,2 millones en diciembre de 2024, por un volumen de $67 mil millones USD, con un crecimiento anual del 7,9%) y la distribución por puntaje de crédito (68,8% con calificación superior a 661). Con estos datos, podrás estimar mejor tus opciones.
En definitiva, la decisión de refinanciar o vender tu auto depende de tu situación personal, tus metas financieras y las condiciones del mercado. Analiza cada variable con detalle y aprovecha las herramientas digitales para tomar la mejor decisión.
Referencias